19 de marzo de 2010

La mágica luz del poniente





Fotos tomadas en la Universidad EAFIT, mientras caminaba a eso de las 5:30 p.m. entre el Auditorio Fundadores y el Bloque 18. No es mentira que la mejor luz para tomar fotos es la del amanecer o la del final de la tarde. Simplemente, inspiradora; e increiblemente, embellecedora.

4 comentarios:

  1. Les voy a contar la historia de una niña que quería ser distinta. No distinta por dentro, en realidad le gustaba mucho cómo pensaba, las cosas un poco excéntricas que se le ocurrían -como ver una serie de pájaros haciendo equilibrio en una línea de luz y pensar que era un ábaco de palomas. Se preocupaba por como era por fuera. Ya los oigo decir que esto no es nada nuevo y que entonces por qué ando contándolo; déjenme terminar. O mejor, seguir.
    Les decía que no le gustaba cómo se veía. Particularmente, le molestaba estar apenas por debajo de la media de estatura. Pero era inteligente esta niña. Y en vez de montarse en zancos inverosímiles, en stilettos de diez centímetros, aprovechaba las tardes de verano en las que el sol pegaba duro y dorado, salía al frente de su casa, se encaramaba en un pretil bajo, miraba su sombra -ahora la de extraña mujer de dos metros-, tomaba una foto del suceso, sonreía bajo su mata de pelo revuelto y volveía al interior del hogar con el corazón bastante más ligero y un par de centímetros más de estatura.

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  2. :O, no sé qué es más inspirador si la luz del amanecer y de la tarde o el texto de Fortouu

    Yo iba a decir que Jessica tiene delirio de alta ;)

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  3. delirio de alta? lo contrario, complejo de chaparra :P Pero como ya se ha dicho, chiquita pero picosa. Y sí, volvemos a la situación en la que el comentario supera al post, que inspirada la de Tortú :)

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  4. Yo no había leido esto. Qué bonito jejeje. La luz y la historia del primo.

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