12 de mayo de 2010

Tostadez

El cerebro se siente flotante, una sonrisa pasmada aparece (como de sapo), y los ojos están entrecerrados, o a veces muy abiertos.

La lengua se suelta, los pensamientos se cruzan más aleatoriamente de lo usual, y si se entabla una conversación en el momento seguro que estará llena de di-va-ga-cio-nes .

Hay un leve mareo, pero chévere, como un vaivén. Y sí, un haloncito desde la boca del estómago, que da ganas de reirse o de simplemente no decir nada.

2 comentarios:

  1. Jejeje parece descripción post-hechizo de Harry Potter, como de aturdimiento.

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  2. Yo no necesito un hechizo, basta con un café con mucho azúcar :P

    Pero ojalá viviera en el mundo de Harry Potter n_n

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