El cerebro se siente flotante, una sonrisa pasmada aparece (como de sapo), y los ojos están entrecerrados, o a veces muy abiertos.
La lengua se suelta, los pensamientos se cruzan más aleatoriamente de lo usual, y si se entabla una conversación en el momento seguro que estará llena de di-va-ga-cio-nes .
Hay un leve mareo, pero chévere, como un vaivén. Y sí, un haloncito desde la boca del estómago, que da ganas de reirse o de simplemente no decir nada.
Jejeje parece descripción post-hechizo de Harry Potter, como de aturdimiento.
ResponderEliminarYo no necesito un hechizo, basta con un café con mucho azúcar :P
ResponderEliminarPero ojalá viviera en el mundo de Harry Potter n_n